La huella de mi dolor
En esta fase de mi enfermedad un nuevo síntoma me ha acompañado durante casi mes y medio. El dolor, pero no un dolor cualquiera, el dolor oncológico. Un dolor diferente a cualquiera que había sufrido hasta ahora. Durante mi vida profesional el dolor ha formado parte fundamental de mis planes de cuidados, de mi necesidad de encontrar el cómo poder aliviar el dolor de mis pacientes, pero nunca me había planteado cuán diferentes pueden llegar a ser los distintos tipo de dolor que una persona puede padecer. Todo comenzó de forma incipiente, un pequeño escozor justo encima del corazón me acompañaba cara al final del día. Y mi mente avispada enseguida encontraba la explicación a esa pequeña molestia en la necesidad imperiosa que mi mente tenía de demostrarme lo fuerte y en forma que me sentía encontrando en el exceso de ejercicio la causa de mi nuevo acompañante. Sin darme cuenta las molestias cada día comenzaban antes, primero a media tarde y al final del verano el dolor se