La felicidad de mi verano
Y ha pasado el verano, esa estación proclive para disfrutar al máximo del calor de la familia, para compartir vivencias felices con niños y mayores, con hermanos y amigos que con tantas ganas abrazamos el primer día que nos vimos sin distancias, con sigilo pero cada vez más convencidos que nuestros abrazos pronto serían inocuos.
Yo feliz, reencontrandome con mis mayores placeres de la vida, nadar, pasear y como no jugar a padel. Sin manecillas en mi reloj.
Y me sumerjia en el agua cristalina, inolora balanceandose junto al bracear de mi cuerpo, sin estropear ni un apice su danza pausada, escudriñando cada centimetro de mi piel y sintiendo una blancura perpetua en mi mente, que sólo me permitía seguir hacia adelante, aunque sólo fuese unos metros más.
Y después mis charlas contigo Felisa, sentadas en un césped cortado con mimo y sintiendo como cada segundo que estabamos juntas buscabas apaciguar mis ganas de seguir demostrandome que podía un poquito más, sin darme tregua al descanso.
Y de repente un leve toque de la varita de la vida,esa que me devolvió a la cruda realidad, la inmunoterapia no me hacía todo el bien que parecía, y poco a poco ya no nadaba 2000 metros al día, ni caminaba 10 km, aunque eso si me resistía a dejar de jugar a pádel.
Y llegaron esas ansiadas fiestas.
El reencuentro con numerosas personas que no me habían visto desde hacía años, que sabían de mi cáncer y solo querían abrazarme, descubrir que era verdad lo bien que me encontraba, y abrazos, y besos y mensajes abrumadores que se convirtieron en una salida de mi rutina que adelantó sin querer el final de mi verano.
Y en medio del júbilo topé con las listas de espera y mi tac, ese tac que definiría mi tratamiento se retrasó y no conseguí que me lo hicieran a su debido tiempo.
Y al final del verano surgió un nuevo síntoma, el dolor y como no, el intentar esconderlo para que nadie sufriese por mí más de la cuenta, ya es duro tener que convivir con él como para encima ver a todos pendientes de mí. Y como si de la vuelta al cole se tratase por fin la cita del tac y ese mismo día como yo ya sentia desde hacía días un pasito atrás, el pulmón inflamado y de nuevo una nueva quimio .
Y el verles llorar, desgarrados por ver de nuevo a su madre sufriendo, y el escuchar la voz de Haritz entrecortada, disminuyendo su tono de voz, alargando las pausas sin encontrar una palabra que borrase las mías se volvió desgarrador.
Para mi no sólo es difícil tener cáncer, lo más difícil es ver a todas las personas que más quieres vuelven a tener miedo.
Y esa misma tarde sentí como por primera vez sentí miedo, miedo a no poder vivir sin dolor, ese dolor que me impida disfrutar de mi vida, y sin darme cuenta comencé a levantar un muro, y necesitaba estar sola, fuera del alcance de los que más me quieren, pero era involuntario, y cada dia y cada hora lo levantaba más alto.
De pronto la llamada insistente de mi familia, después de su respetuoso y largo silencio comenzaba a liberarme, volví a abrir mi corazón y hoy es el día en que vuelvo a dejarles entrar .
Y sentados volvemos a escudriñar cada minuto de un verano en el que he vuelto a brillar, en el que he disfrutado y en el que el cáncer aunque me haya vuelto a la realidad nunca nos podrá arrebatar.
Nada arrebatará tus vivencias, nada limitará tu entusiasmo, volverás a ver crecer la luna, a ver como se oculta sigilosa entre las nubes llenando de oscuridad tu estancia, pero es breve su escapada, solamente se paró a retomar su luz, su fuerza para poder erguirse y subir más alto. Tu tiempo es esa luz que se amplia y se extiende, la que va dejando estelas de plata para caminantes cansados, tu luz es la plegaria retenida, el ofuscado lamento, la furtiva lágrima que guardas muy dentro para que otros no la encuentren. Tu palabra es el tesoro deseado, tu vivencia es el amanecer cansado de cada día, tu fortaleza es sumergirte en ese mar de ternura que todos buscan, y tu luz Reyes nos llega, y tu fuerza nos permite seguir aunque a veces caminemos a oscuras. Eres grande, eres hermosa, eres poeta de ilusión y esperanza. Sigue iluminándonos…. un abrazo amiga.
ResponderEliminarSiempre contigo cariño. A ver que tal con este nuevo tratamiento. Y hacia adelante mi vida. Tq.
ResponderEliminarLos muros de la amistad siempre están ahí para lo que tú decidas,desde tus silencios,tus reflexiones,tus pelis...y cómo no...tu pádel!!!
ResponderEliminarTe quiero mucho!!!
Reyes, me alegro de que hayas podido bajar ese muro para que la gente que te queremos podamos seguir disfrutando de ti y contigo.
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