He vuelto
Ha pasado una semana desde mi primera sesión
Hoy vuelvo a ser de nuevo yo.
Los chicos se han marchado al cole y yo he cogido mi coche y me he ido a mi lugar favorito, Quinto Real, mi escondite perfecto desde hace más de dos años.
Aparco, Elur y yo comenzamos a caminar, sólo camino y me deleito de mis cuadros preferidos, pintados de verdes, ocres y amarillos acompañados con una sutil melodía producida por seres invisibles que revolotean por su hábitat aderezando mi feliz momento.
Elur hace de avanzadilla, olisquea, revuelve la hojarasca húmeda y vuelve corriendo a mi lado cuando escucha nuestro silbido cómplice que le indica que ha tomado el camino equivocado.
Me cuesta algo más que hace 10 días pero me siento viva, ha sido una semana dura donde la quimio me ha cambiado el rol, me ha trasladado al lado de la enfermedad que no quería cruzar, me ha colocado en el lugar que me corresponde y es difícil de asimilar cuando realmente no me sentía enferma.
Sin embargo aquí todos mis miedos, toda mi rabia desaparece, sigo andando y sin darme cuenta he llegado a la muga, aquí veo los bunker que Franco mandó construir y me dan ganas de convertirlos en mi hogar y no tener que volver a la cruda realidad.
Sin darme cuenta he subido demasiado y después de comer un plátano y frutos secos retomo el camino de vuelta. En cada paso que doy encuentro un cuadro diferente formado por la hojarasca ,y cada uno de los acuíferos que han surgido tras las últimas lluvias y que recorren nuevos surcos para confluir en el arroyo perfecto, inagotable que ayuda a escribir la melodía del silencio. Cuánto me gustaria ser uno de ellos, para poder resurgir de cada temporal y convertirme cada vez en un arroyo más caudalosos y lleno de vida. Sin embargo tengo miedo que mis tempestades sólo consigan vaciarme despacio de mis ganas de vivir .
Es tan hermosa la estampa que pronto disipo mis malos pensamientos y mi cuerpo rebosa de energía renovada. Estoy exhausta, he caminado 8 km pero vuelvo a ser yo. Elur está feliz, ha estado toda la semana acompañándome desde la entrada de mi habitación vigilante pero imperceptible. Sus ojos rebosan felicidad y yo me siento viva. Dia perfecto para comprender que la lucha continúa, que cada
segundo que comparto con la felicidad estoy ganando y cada sonrisa que esbozo es un triunfo sobre lo que me ha toca vivir.
Uno de mis mayores deseos sería ser alquimista y poder guardar en un frasquito cada minuto de felicidad que albergo para así tomarlo cada vez que tengo una sesión de quimio, porque se que unido a mi esperanza por este tratamiento y el elixir que produce que mis endorfinas estén a tope sería la combinación perfecta.
Hoy vuelvo a ser yo y me da fuerzas para no temer a la siguiente sesión, porque sé que a los dias volveré a ser yo misma y volveré a reír a llorar, a emocionarme y porque no a enfadarme. Porque sé que estoy ahí agazapada para volver a resurgir.
Eso es ... Volver a resurgir para seguir siendo TÚ misma ♥️♥️
ResponderEliminarCaminante no hay camino, se hace camino al andar... Cada nuevo día caminamos por donde nunca antes. Con una sonrisa. La alegría cura.
ResponderEliminarUn abrazo de Belén y Nacho.